martes, 27 de octubre de 2009

Sobre el arte de escribir

¿Para qué escribir? ¿Cuál es la necesidad?. La pregunta es fácil, pero la respuesta no es tan sencilla, o en todo caso, no existe una única respuesta.
Intentaré sólo algunas de ellas. Uno puede escribir para sentirse libre, porque con la escritura podemos liberarnos interiormente de miedos, angustias, ansiedades. Uno cuando escribe vuelca en los personajes que crea muchas cosas, sentimientos que tienen que ver con nosotros mismos, y al personaje lo nutrimos de conflictos y de rasgos éticos y morales particulares; rasgos que, sin embargo, rechazamos por incompatibles con nuestras creencias y tradiciones.
Por ejemplo, uno rechaza la delincuencia pero puede crear un personaje que delinque. Se puede crear un personaje absolutamente desagradable, sin ser nosotros mismos personas así. Le puedo tener fobia a las arañas, pero puedo manifestar en un personaje su encanto por ese artrópodo. Es decir, cuando uno escribe no se puede olvidar de sus temores, de sus valores y de sus disvalores.
Otra respuesta posible es que escribimos para comunicarnos. De hecho, cuando realizamos una obra literaria, ya sea cuento, poema o novela, estamos entablando una relación comunicacional con el receptor o lector. Le estamos comunicando una información que puede ser parcial o total. En el caso de ser parcial, el lector es pasible de completarla. La comunicación, en ambos casos, se da, ya que el feedback o la retroalimentación se establece cuando el receptor lee la obra. La respuesta no la tenemos inmediatamente, pero la intuimos. En algunos casos la respuesta viene a través de una crítica, por ejemplo en un taller literario. Es allí donde la comunicación entre el autor y el lector se ve en todo su esplendor. Y donde el feedback fluye. Allí el autor “se siente” leído por otros autores que además son lectores. El autor a su vez, se convierte en lector a la hora de conocer la producción de los talleristas.
Otra posible respuesta del para qué escribimos puede ser ésta: escribimos para satisfacer una necesidad. La necesidad de mostrarnos ante los demás, la necesidad de decirle a alguien que lo queremos. La necesidad de satisfacción personal. Por amor al arte, como se dice por ahí. Porque el amor al arte es por una necesidad de amar lo que hacemos y lo que tanto nos gusta.
Yo soy de la opinión que cualquier persona puede escribir. Si quiere, y si tiene la necesidad de hacerlo, puede. El pulir estilos y el fatigar el sendero de la literatura, por utilizar un verbo borgiano, lleva tiempo. Pero nunca es en vano.
Ya sea por satisfacción personal, ya por una imperiosa conveniencia de publicar un libro, escribir es necesario. Tan necesario como el aire que respiramos a cada segundo.


Marcelo N Motta

miércoles, 21 de octubre de 2009

El porqué del título “Liposo, una épica del futuro”

Antes de definir lo que es el libro, voy a decir lo que no es el libro:
No es novela, porque no presenta la estructura de una novela
Tampoco es ensayo.
No es sólo un libro de cuentos, porque si bien hay relatos, la estructura del libro no es la propia del libro de cuentos.
El libro habla de una épica fragmentaria. Antes explicaré qué es una épica.
Definición de épica:
La poesía épica es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados. El autor usa como forma de expresión habitual la narración, aunque pueden darse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino más bien contada oralmente por los rapsodas. Esta alternancia de discursos tiene como origen la observación aristotélica de la diferencia entre mímesis y diégesis, es decir, entre narración y descripción (o sea, entre lo que se cuenta y lo que se describe).
En el caso particular de Liposo, una épica del futuro, tomé el estilo y los recursos de la épica tradicional, fundamentalmente la del poeta Homero, para construir el libro. El libro está dividido en cinco partes:
TIEMPO PRESENTE: un secreto revelado
TIEMPO PRETERITO: Los libros antiguos
TIEMPO PRETERITO: Los relatos
MISCELANEA COSMICA
TIEMPO PRESENTE: Epílogo
Todo lo que se refiere a los libros antiguos y a la miscelánea cósmica, excluyendo los relatos, es fragmentario. ¿Por qué esto es así? Porque quise rescatar el espíritu, el carácter eminentemente fragmentario que subyace en el mito. De hecho, los mitos son así, fragmentarios, y se van alimentando con el tiempo, hasta crecer, multiplicarse y convertirse en una bola de nieve imposible de frenar. Así como crecen los mitos, crecen también las distintas voces que hablan sobre ellos. Es por eso que pretendí emularlos creando una cantidad de opiniones, referencias, descripciones y curiosidades propias de todo mito y leyenda. Además, como referí antes, está presente el elemento que distingue por un lado lo que es narración y por el otro pura descripción. En “Liposo, una épica del futuro” hay cosas que pasan, que ocurren, y otras que describen, que hacen referencia a un personaje de tal constelación, que presenta tal particularidad, o a algún planeta de tal sistema estelar ubicado en tal lugar, etc. Eso es lo puramente descriptivo, sin dejar de lado siempre la narración, lo que ocurre con estos personajes y con estos planetas nombrados en el libro.
El liposo nació con un cuento titulado “Lipo, mi liposo”, allá por la década del noventa, luego del cual vinieron más cuentos en donde el liposo interactuaba con otros personajes, y todos esos personajes se repetían en algún que otro cuento, hasta que llegaron a este libro. Qant nació luego del liposo, para la mitología fragmentaria posterior.
Otra cuestión es el tiempo. No sabemos en qué tiempo transcurre todo. En el libro no van a encontrar ninguna referencia a un año o siglo en particular. Sólo van a encontrar referencias como “en el siglo tal, antes de la Era de la Mosca, o en el siglo tal, después de la Era del Abejorro, etc. Pero el lector no sabe si el tiempo del relato transcurre quinientos años en el futuro, o un millón de años, o cinco mil millones de años. Para facilitarles la lectura, les puedo decir que los dos personajes iniciales, es decir, Sly y Ayden, que abren y cierran la obra, estarían, por ejemplo, un millón de años en el futuro, y la mitología descripta estaría a cien mil años en el futuro. Para ellos esa mitología es una mitología pasada, pero para nosotros es una mitología futura. Nosotros nos tenemos que ubicar en la piel de Ayden y de Sly y pensar que lo que van a ver a través de una holografonía es el pasado remoto. En ese pasado remoto se ubica el personaje principal del libro, el liposo. O sea que Ayden y Sly están alejados de la época del liposo miles o tal vez millones de años en el futuro. Es como Homero quien, viviendo tal vez en el siglo VIII o VII antes de Cristo, escribió La Iliada, relatando hechos y personajes que acontecieron en el siglo XIII o XII Antes de Cristo, aunque no se sabe a ciencia cierta si existió Homero, y si es que hubo uno o más rapsodas que escribieron la Iliada. Tampoco está comprobada la historicidad de la guerra de Troya y muchos de los héroes que intervienen provienen de la ficción, no de la historia, pero éste es un tema que llevaría mucho más tiempo como para desarrollarlo hoy aquí.
Sé que el libro no es fácil de leer y se van a encontrar además con personajes que se contraponen en sus declaraciones, con mitos que se anulan mutuamente y con contradicciones entre uno y otro mito. Todo esto es privativo de las Mitologías griega y romana. A veces los mitos se contraponen entre ellos, o se desdibujan en el tiempo, se transforman y cambian completamente. Todo eso es lo que quise lograr (no sé si lo logré efectivamente) con “Liposo, una épica del futuro”.


Marcelo N Motta

miércoles, 14 de octubre de 2009

Hijos de la Coca Cola

Ellos eran dos amores. Los rostros juveniles contrastaban con sus cuerpos excesivamente rellenos. Eran gemelos. No tenían amigos, y mucho menos amigas. Eran tímidos y les decían los hijos de la Coca Cola porque bebían cantidades interminables de esta bebida.
Tenían hábitos insólitos. No salían de noche, no frecuentaban chicas, babeaban todo el tiempo y dormían siempre en una misma cama. Sólo Dios, y el alma de su madre, saben lo que ellos hacían por las noches, en la inicua soledad de su cuarto.
Ya, en el comienzo de una nueva jornada, reían, babeaban y tomaban Coca Cola.
Una vez llegaron a pelear de manos por una botella de Coca Cola. La botella terminó su vida en el piso de mármol de la cocina.
Los gemelos se arrodillaron en el piso y, como si fuesen gatos, lamieron todo el líquido derramado.

Ellos eran dos amores. Cierta tarde de verano Raúl –que así se llamaba uno de los gemelos- vomitó Coca Cola en el piso de mármol. Emilio, el menor por un minuto, y sin el más ligero atisbo de asco, bebió esa mezcla originada en el propio estómago de su hermano.
Habían perdido a su madre hace cinco años, de una manera injusta. Un desconocido, después de hacerle el amor dos veces en un prostíbulo barato, la desechó drásticamente y por causas inciertas de un tiro en la cabeza. Emilio y Raúl nunca más la volvieron a ver, desde aquel día en que ella había ido a comprar una Coca Cola para sus dos amores, y no regresaría.

Ellos eran dos amores. Pasaban las tardes con su padre, un hombre duro y reservado, que despreciaba a sus hijos por haber nacido de esa forma.
Pero ellos no comprendían, únicamente reían y bebían Coca Cola. Muchas veces, cuando caminaban descalzos por la ciudad, observaban un cartel luminoso con la marca de su gaseosa favorita. Entonces detenían su marcha, y se quedaban horas mirando aquella publicidad inerte, y sólo la noche interrumpía su circuito mental y volvían a su hogar, a esa extraña habitación donde pasaban la mayor parte de su vida, ya bebiendo Coca Cola o tal vez entregados a otro tipo de juegos.

Ellos eran dos amores. Cuando llovía, salían al patio trasero y abrían al extremo sus bocas y gozaban, porque para ellos eso no era agua, sino Coca Cola, entonces recibían el líquido del cielo con placer, y se retorcían de alegría, y levantaban los brazos como queriendo atrapar todas las gotas de una sola vez, y se largaban a llorar histéricamente cuando dejaba de llover, y al instante su padre salía al patio, los tomaba de los pelos y, entre una cachetada y otra, los encerraba en su cuarto, y los niños se calmaban y se acostaban juntos, como siempre, en una misma cama.
Tal vez porque un día el padre les prohibió la Coca Cola en esa casa, ellos comenzaron a robar. Subían a los colectivos y robaban carteras y billeteras, con el único fin de conseguir dinero para comprar –según ellos- la más maravillosa gaseosa del mundo.

Ellos eran dos amores. Cierto día, en un baldío cercano a la casa, golpearon a una niña de once años porque no traía dinero encima. La niña fue golpeada ferozmente y, casi sin aliento y con dificultad, logró escapar.
El padre de los niños, al enterarse del hecho, fue en busca de sus dos amores. Los trajo a la casa y los introdujo en esa habitación tan familiar y placentera para Emilio y Raúl. Con un cinturón de cuero negro, de hebilla metálica, los castigó duramente. Cuentan los vecinos que el alboroto y los gritos en aquella casa fueron aterradores, pero más tarde esos gritos de dolor se convirtieron en risas histéricas, ya que al ver la sangre de sus heridas, los gemelos se dieron cuenta de que no era sangre, sino Coca Cola. Entonces, el llanto y el dolor se trastocaron en placer y las risas, tímidas primero, provocativas luego, llegaron a la histeria, y no pararon de reír hasta que su padre los desmayó de un golpe en la cabeza a cada uno, y los abandonó allí, en la fría oscuridad de ese cuarto.
En ese preciso momento, los gemelos decidieron que su padre no les convenía, y que tenía que desaparecer de esa casa para siempre...

... una noche de intenso frío, a causa de una anónima llamada telefónica, la policía llegó a la casa. Los oficiales, algunos de ellos muy jovenes, no podían creer lo que vieron sus ojos en el baño.
Allí, en una bañera repleta de Coca Cola, yacía inmóvil el cuerpo en descomposición de un hombre de unos cincuenta años de edad, la palidez espectral en el rostro, la boca en un gesto de horror. Le faltaban los ojos. Las cuencas estaban ocupadas por dos tapas metálicas de Coca Cola. En una pared lateral se leía, impresa con sangre, una leyenda:

COCA COLA ES AZI. LA VIDA TANVIEN.


Risas que provenían de un pasillo llegaron a oídos de los policías. Risas histéricas desde una habitación alejada. Los policías forzaron la puerta. Entraron y encendieron la luz.
Abrazados uno al otro, completamente desnudos, los gemelos lloraban de risa, y no detuvieron el llanto cuando la policía entró.
Se besaron y se estrecharon las manos, sus dedos entrelazados. En una mesita de luz, junto a la cama, un par de ojos negros contemplaba la escena desde el interior de una botella de Pepsi vacía. Contemplaba a sus dos amores.


Marcelo N Motta

Gacetilla de prensa

El escritor Quilmeño Marcelo N. Motta, Galardonado en concurso Literario Internacional



El escritor Quilmeño Marcelo N. Motta ha sido galardonado entre cientos de participantes de la República Argentina y de otros países del mundo como Brasil, México, Perú, Chile, Ecuador, Colombia, Suecia, Canadá, Cuba, Finlandia, EEUU, Honduras, Israel, El Salvador, Nicaragua, Francia, Uruguay, Puerto Rico, España y Polonia con MENCIÓN DE HONOR en el OCTAVO CERTAMEN INTERNACIONAL DE CUENTO Y POESÍA JUNINPAIS2009, concurso auspiciado por la Secretaría de Cultura de la República Argentina declarándolo de Interés Cultural, el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires declarándolo de Interés Provincial y el Intendente de Junín declarándolo de Interés Municipal y que están facultados para acceder a los primeros premios, los que recién serán develados el día 3 de octubre durante el VIII FIN DE SEMANA INTERNACIONAL DE LAS LETRAS EN JUNINPAIS2009, en el acto programado en el teatro municipal "De la Ranchería" de esa localidad.


Se presenta en Librarte 2009

En el Centro de Actividades Recreativas, Deportivas y Culturales “Roberto De Vicenzo, del 2 al 12 de Octubre se desarrollará en Berazategui la 4º Feria del Libro “Librarte 2009”. En este importante evento de la zona sur, Marcelo Motta presenta “LIPOSO una épica del futuro”, su segundo libro.
El escritor quilmeño estará el día 6 de Octubre a partir de las 18:30 en donde los visitantes podrán hablar con el artista y firmará sus ejemplares.

Venta de libros

LIBROS EN VENTA EN FORMATO DIGITAL A U$S 10 (SÓLO FUERA DEL PAIS)

MEDIANTE GIRO POSTAL POR WESTERN UNION



SI DESEAS EL LIBRO EN FORMATO PAPEL SÓLO ESCRIBÍ A ESTE MAIL:



marcelusmottae@hotmail.com



Y ME COMUNICARÉ CON VOS A LA BREVEDAD PARA FIRMARTE EL LIBRO



nota: Los precios que figuran debajo sólo son validos en Argentina



OFERTA!!!! SI LLEVAS "13 CUENTOS OSCUROS" Y "OTROS 13 CUENTOS OSCUROS" SÓLO PAGÁS $55





13 Cuentos oscuros $30



Otros 13 cuentos oscuros $35



Vértigos (poemas) $30



Liposo, una épica del futuro (cuentos) $30

Con el escritor Pablo Montagna en la UNQUI

Con el escritor Pablo Montagna en la UNQUI

con el escritor Diego Garcia en la UNQUI

con el escritor Diego Garcia en la UNQUI

con Silvia Schujer en Librarte 2011

con Silvia Schujer en Librarte 2011

con Eduardo Sacheri en Librarte 2011

con Eduardo Sacheri en Librarte 2011

con Marcelo Di Marco en Librarte 2011

con Marcelo Di Marco en Librarte 2011

con Rafael Spregelburd, el hombre de al lado, en La Feria del Libro

con Rafael Spregelburd, el hombre de al lado, en La Feria del Libro

con Daniel Aràoz, "el hombre de al lado", en La Feria del Libro

con Daniel Aràoz, "el hombre de al lado", en La Feria del Libro

con Ana Marìa Cabrera en Librarte 2011

con Ana Marìa Cabrera en Librarte 2011

Tapa y contratapa de LIPOSO, una épica del futuro


el público en la presentación de 13 Cuentos Oscuros

foto para "13 Cuentos Oscuros"


Presentación del Liposo

Tapa 13 Cuentos Oscuros

presentación 13 Cuentos Oscuros

presentación 13 Cuentos Oscuros

presentación 13 Cuentos Oscuros

presentación 13 Cuentos Oscuros

Marcelo en la Feria del Libro 2010

Con los chicos del taller literario de Telma Quiroga

Leyendo en el taller literario de Telma Quiroga, en la Sdad. de Fto. Tomás Torres, Ezpeleta

Leyendo un relato

mención del Café Literario Almafuerte

Marcelo junto a su esposa Silvia y a Marga Mangione, fundadora del café literario "Almafuerte"

Marcelo con Alberto Laiseca en Librarte 2009

con Virginia Faiad en Librarte 2009

Con Alberto Laiseca y el querido Jorge Barreiro en Librarte 2009

Librarte 2008- Presentación de 13 Cuentos Oscuros

Hugo Yori y Marcelo en la presentación de "13 cuentos oscuros"

Presentación LIPOSO, una épica del futuro

Presentación LIPOSO, una épica del futuro
Panelistas: Hugo Yori y Pablo Montagna con Marcelo


Presentación de LIPOSO

Leyendo un cuento en el Café Almafuerte, coordinado por Marga Mangione
CAFE LITERARIO ALMAFUERTE PRESENTA:
LIPOSO, una épica del futuro

(el segundo libro de Marcelo Motta)
Martes 6 de octubre 18.30 hs Sala 2 Feria del Libro de Berazategui LIBRARTE 2009
Centro de Actividades Deportivas, Culturales y Recreativas “Roberto De Vicenzo”
calles 148 y 18 - Berazategui

entrada libre y gratuita

LIPOSO, una épica del futuro

LIPOSO, una épica del futuro
Tapa y contratapa original del libro